jueves, 21 de mayo de 2015

Diálogos de besugos (III)

Después de un rápido saludo para el personal, vamos ahí al ataque con una nueva tanda de diálogos sufridos (ocurridos, ocurridos quería decir, me traiciona el subconsciente) en un día cualquiera, en una situación cualquiera eso sí, en el mismo país de siempre...

Esto pasó en una notaría (qué juego dan las notarías por cierto).

Hace poco fui a una notaría a hacer un trámite tenía que legalizar dos documentos, un proceso relativamente rápido, sencillo y con escasas posibilidades de generar material para el blog, pero... hay que conocer las notarías peruanas (que por cierto diría que abundan más que los malos conductores pero es que esos se cuentan por millones en Lima...), el caso es que el empleado que me atendió tenía un día especialmente inspirado, cosa que en el fondo, muy en el fondo, ahí donde como sigas rascando te encuentras con los mismísimos vapores de azufre del infierno, se agradece...

Empleado: Señor, ¿querrá boleta o factura?.
Yo: Factura.
Empleado: ¿Me apunta aquí sus datos?.
Yo: Sí, cómo no, aquí tiene.

Después de trastear unos momentos con los papeles...
Empleado: Señor, ¿querrá una boleta para cada documento o una boleta para los dos?.
Yo: No verá, quiero FACTURA, UNA FACTURA única para los dos documentos.

El hombre agacha la cabeza, escribe en un papel, cabecea, mueve otros cuantos papeles...
Empleado: Ah, ya ya, entonces...¿boleta verdad?.
Yo: Que no...que quiero factura....UNA FACTURA...(en estos casos piensa uno que es mejor llevar un megáfono o un cartel tamaño A3, el caso es ahorrar saliva, claro que la paciencia se consume igual con lo que poco se arreglaría).

Otra muy buena, en un supermercado, un día que se me ocurrió la brillante y descabellada idea de comprarme una cerveza de las grandes.

Hago aquí un inciso para comentar un tema de medidas sobre todo.

Creo recordar que esa cerveza era de 3/4 de litro o la medida equivalente porque claro, se puede entender que con el americanismo que abunda por aquí (eso tiene que ser objeto de una entrada independiente en el blog) las medidas sean diferentes, que midan en onzas o en libras, vale, por ahí podemos pasar.
Con lo que me cuesta más tragar es con que por ejemplo vendan los huevos de 15 en 15. ¿Cómo es eso?, ¿dónde queda la docena de huevos de toda la vida?, de verdad, algo he curioseado en internet y de la "quincena de huevos" o similar como unidad de medida no he encontrado nada.
Además y aquí ya se desmonta cualquier teoría, lo cojonudo es que luego sí tienen envases de media docena, 6 huevos como Dios manda, aunque claro, sería muy complicado que fueran capaces de envasar media quincena de huevos, no creo que tuvieran "huevos" de hacer eso y mucho menos de convencer a la gallina para que ponga un "medio huevo", en fin...

Bueno el caso es que llegué a la caja con mi cesta, empieza la cuenta, llega a la botella de cerveza y ahí ví que la cosa se podía complicar (titubeos, mirada cruzada, ceño fruncido, la cosa prometía...), va la cajera y me dice:

Cajera: Señor, ¿ha traido el envase de vidrio vacío?.
Yo: Pues no, no he traido, no tenía ninguno en casa.
Cajera: Ah, verá es que entonces no le puedo vender la botella de cerveza.
Yo: Anda, ¿y por qué no?.
Cajera: Verá es que nosotros vendemos la cerveza pero no el envase, entonces no se la podemos vender.
Yo: Ah bueno, entonces no se preocupe, cóbreme el envase y en paz.
Cajera: No señor, es que no podemos hacer eso, no vendemos el envase, sólo la cerveza.
Yo: Anda, ¿y si no tengo ningún envase vacío no puedo comprar esta cerveza?.
Cajera: No señor, es que podemos venderle el envase, así que no puedo venderle la cerveza, si quiere como alternativa podemos venderle un pack de botellines que sale parecido (parecido porque van llenos de la misma cerveza, poco más, aunque ya me dí por satisfecho, mientras no me pidiera 6 botellines vacíos, muy lógicos estos andinos...).

En ese momento estuve tentado de volver a decirle que me cobrara el envase pero algo hemos aprendido en estos dos años y es que reiterados cabezazos contra una pared peruana sólo llevan a un dolor de cabeza o algo peor por lo que resignado le digo:

Yo: Pues venga, tráigame 6 botellines, pero de la misma marca eh?.

La cajera manda a un muchacho de los que llenan las bolsas a por los botellines, después de varios minutos vuelve diciendo que no lo encuentra, que piensa que en ese formato no lo tienen. La cajera envía a otro muchacho que juraba y perjuraba que sí había y que lo traía "al toque", error, error, el muchacho se perdió en los pasillos, se fue a buscarlo a la sección de las frutas y verduras o lo abdujeron o lo que sea, porque nunca volvió.
Así que le dije a la cajera que yo mismo iba a buscarlos, que si quería llevaba a su sitio la botella de las narices, ante lo cual me miró con una cara tan rara (tal vez pensaría que me la iba a beber por el camino para conseguir una botella vacía) que directamente me fui, me di un paseito y conseguí mis cervezas, de esa misma marca y encima no tuve que comprarme una quincena, conseguí media docenita y a otra cosa.

Esta otra fue en una tienda de deportes, iba yo tan contento e ilusionado a comprarme unas zapatillas para andar en bici.

Yo: Hola, quería unas zapatillas para andar en bici.
Empleado: Pues mire tenemos este modelo que compra mucho la gente para hacer spining.
Yo: Ah, de acuerdo, yo es que ando en bicicleta pero de las de siempre, de las que tienes ruedas y se  mueven al aire libre pero en fin, ¿las tendría en un 41?.
Empleado: No verá es que en este modelo sólo tengo a partir del 44, ¿quiere probárselas?.
Yo: Hombre pues de ese número más bien no...¿tiene otro modelo del que tengan mi número?.
Empleado: Sí mire, este otro modelo que también se ha vendido mucho.
Yo: Bien, me gustan, déjeme que me las pruebe.
Empleado: Sí señor, claro que sí, ¿qué número?.
Yo: El 41 claro (con cara de desesperación).
Empleado: Ah no señor verá es que este modelo tampoco tenemos números más pequeños que el 44...
Yo: Oiga pues no, tampoco me van a valer. (lo que no le pregunté es cuanto se creía el tío que me habían crecido los pies en un par de minutos....miedo me dió la respuesta).

Después de todas estas peripecias, yo sigo buscando en vano el estante de Paciencia en los supermercados pero no lo encuentro, no sé si es porque se agota enseguida o porque no nos la quieren vender....mira, ahí si que sería práctico poder comprarla "de 15 en 15 kilos"...

Un saludo para todos.

AMM




miércoles, 8 de abril de 2015

Vocabulario peruano (II): Dichos, frases populares y el arte de mecer.

Como en casi todas las partes del mundo, Perú es rico en expresiones y dichos populares que a  menudo están a medio camino entre el humor y la función que suelen cumplir estas expresiones de reflejar fielmente las costumbres y realidades de un pueblo.

Aquí os dejo algunos ejemplos que se pueden escuchar a menudo por acá...:

"Esto no lo encontrarás mejor ni en la China".
"Loro viejo no aprende a hablar".
"En Perú el que pide poco es un loco".
"Con escobita nueva bien se barre" (conozco una versión a la española y mucho más castiza que aprendí hace años en Teruel).
Hacer algo "por las puras": es hacer algo en vano, sin que sirva para nada.

"El peor enemigo de un peruano es otro peruano", este dicho se explica bien con una historia que podríamos titular como "Fábula de los cangrejos" y que me contó un peruano de pura cepa.

La fábula dice así:

Iba un peruano al mercado caminando con dos calderos de cangrejos al hombro, colgados de un palo (uno a cada lado). De los dos calderos uno iba sin tapa y el otro bien tapado con la tapa cerrada y asegurada.
Se encuentra con otro peruano y le pregunta: "Hola, ¿qué llevas ahí?".
A lo que el primero contesta: "Llevo dos calderos de cangrejos, uno con cangrejos japoneses y otro con cangrejos peruanos".
El otro sorprendido le dice: "Anda y ¿cómo distingues unos de otros?".
A lo que el primero le responde tranquilamente: "Muy sencillo, como verás llevo un caldero tapado con la tapa bien cerrada y asegurada. Esos son los cangrejos japoneses porque si no cierro bien la tapa estos cangrejos colaboran y se ayudan entre ellos, se apoyan unos en otros, trepan por el caldero y se me escapan.
Sin embargo este otro caldero,  como son cangrejos peruanos, en cuanto uno de ellos intenta progresar un poco para escapar del caldero, el que tiene al lado le pisa la cabeza, tira de él y le impide avanzar para que nunca pueda salir del caldero antes que él de manera que lo puedo llevar tranquilamente sin tapar porque nunca se van a escapar".
Real como la vida misma (en Perú).

El peruano no te avisa, el peruano "te pasa la voz".

El peruano no trabaja (alto todo el mundo, antes de que penséis "mira éste qué listo, acaba de descubrir la pólvora", que este post va de vocabulario....), el peruano "chambea", busca chamba cuando no tiene trabajo y si es un trabajillo pequeño o complementario, el peruano "cachuelea" y mira porque salga algo de "cachuelo".

El peruano no trasnocha, el peruano "se amanece" aunque no se le haga de día, sean las 2 de la mañana o las 4, "se amanece", aunque a esa hora todavía es noche cerrada...

El peruano no se implica con la empresa, el peruano "se pone la camiseta" y lo da toditito por la empresa...

El peruano no te pide ayuda, te dice "apóyame hermano" así que si algún peruano os pide apoyo, ojo que se os avecina un marrón...

Para un peruano, los documentos no son malos o incompletos, son "recontraflojos".

En los bares y restaurantes peruanos no hay bebidas frías o del tiempo, hay bebidas "heladas o sin helar".
La carne no se pide muy hecha o al punto, sino "bien cocida" o "tres cuartos"...yo todavía no he aprendido a cocer la carne al horno ni a la parrilla pero tiempo al tiempo que mejoraré mi técnica...

Finalmente, para terminar esta entrega, os dejo varios enlaces a un conocido artículo de Mario Vargas Llosa en el que explica de forma magistral el "arte de mecer" que tristemente refleja la realidad cotidiana de este país.

http://hemilgarcia.blogspot.com/2010/05/del-arte-de-el-meceo-de-vargas-llosa-al.html
http://elpais.com/diario/2010/02/21/opinion/1266706811_850215.html
http://elcomercio.pe/politica/opinion/arte-mecer-sabroso-articulo-mario-vargas-llosa_1-noticia-417771

Espero que lo disfrutéis.

AMM


domingo, 31 de agosto de 2014

Siestas made in Perú

Que el papel conquistador de Francisco Pizarro en nombre de la España del siglo XVI no es precisamente  algo por lo que se nos tenga cariño en estas tierras es bastante obvio. Sólo hay que ver el entusiasmo sin igual con que celebran las Fiestas Nacionales o Fiestas Patrias que viene a ser cuando Perú se independizó de España.

Ahora bien, dejando al margen ciertas decisiones estratégicas (otro día hablaré de la genial idea de fundar Lima donde se fundó) en el Perú se debería reconocer al Sr. Pizarro el mérito de haber introducido en la cultura peruana la noble y reconfortante costumbre hispana de la archiconocida Siesta Española.

Todo esto viene a que en este tiempo he podido comprobar la innata habilidad que existe por aquí para aprovechar cualquier rincón y ratito libre para "echarse un sueñecito".
Ya ya, me diréis que en todas partes se echa siestas la gente. Puede ser pero una vez más dejemos que las imágenes hablen por sí mismas.


Un buen antirrobo para la moto.
Con un poco de concentración no hay alboroto que valga.

Un merecido descanso a la hora del almuerzo. Como lo vean los de Flex y Pikolín patentan este colchón, sería el modelo "Tablón de 20" para faquires y encofradores con tiempo libre.
Y seguro que el camión estaba en marcha...


El de la derecha debía estar haciendo alguna postura de yoga (la de la grulla loca o el cangrejo cojo) pero el caso es que el camión estaba maniobrando para aparcar y el tipo ni se inmutó. ¡Hasta se dejó el casco puesto!.
Ahí el cuello y los riñones sufren un poco.


Pero...¿para qué tenemos el porexpán en la obra? Una buena almohada y a descansar plácidamente.


Para que nadie se moleste, además de recordar otra vez el tono humorístico y carácter chistoso que intento mantener en todo lo que escribo en este blog, quiero aclarar algo muy seriamente.

Ojalá la estructura económico-social de Lima en particular y del resto del país en general no obligase a tantas personas a tener dos o más trabajos, con sus horas respectivas y jornadas completadas a base de robarle horas al sueño o a desplazarse durante horas cada día en condiciones detestables. Creo que muchas personas (el que escribe el primero) no lo aguantaríamos.

Si las cosas fuesen de otra forma, muchas familias podrían tener otro tipo de esperanzas de futuro y otros ánimos con los que afrontar el día a día en una ciudad en la que cientos de miles (por no decir millones) de personas tienen como obligación imperiosa pelear por la subsistencia propia y la de su familia.

                                                                                                                      AMM

domingo, 24 de agosto de 2014

Diálogos de besugos (II)

Como la primera entrega de los diálogos de besugos tuvo una aceptación bastante buena (creo que hasta la fecha ha sido la entrada más vista), aquí os dejo otros ejemplos de situaciones cotidianas que han derivado en diálogos sin sentido alguno pero de los que luego puede uno acordarse e incluso te saca una pequeña sonrisa...

Esto ocurrió en una notaría:

Hace un par de meses días fui a una notaría a legalizar la firma para unos trámites.

De entrada todo bien, entrego el pasaporte y una señorita saca un libraco enorme (que si lo abren en el mostrador y no te andas rápido para quitar las manos, lo mínimo te aplasta un par de dedos) de estos que usan aquí para registrar todo.

Empleada: Ponga aquí su nombre. Firme aquí y aquí.

Firmo y le devuelvo el libro, lo mira, arruga la nariz, revisa la firma con el pasaporte, lo vuelve a mirar con cara de poco convencida y me dice:

Empleada: Señor, esta firma no es idéntica a la de su pasaporte.
Yo: Bueno señorita es que este pasaporte tiene 8 años, algo puede haber cambiado mi firma (teniendo en cuenta que en este país te hacen firmar casi hasta para ir al baño es una cuestión de salud para evitar un esguince en la muñeca o una artritis prematura).
Empleada: Ya señor pero es que yo necesito que su firma sea exactamente igual. Tenga un papelito y practique.

Me entrega un papelito, pero papelito papelito, del tamaño de una tarjeta de crédito y encima escrito...practico un poco la firma del pasaporte y le paso el papelito, lo mira y elige una firma "una como ésta" me dice.

Firmo otra vez en el libro, lo revisa, mira la firma, le da la vuelta, la mira del revés, arruga la nariz todavía más que la primera vez y dice:

Empleada: Mire señor, acérquese, ¿ve este rabito que tiene este trazo en el pasaporte?. Pues es que en la firma que ha hecho no está ese rabito...

Estuve a punto de pedirle una lupa a ver...pero me tuve que conformar con otro papelito, otros 5 minutos practicando la dichosa firma y vuelta a la carga (a todo esto para firmar el bolígrafo negro no valía, tampoco el azul que llevaba yo, tenía que ser una especie de azul-celeste-verdoso que tenían allí...).

Yo: Señorita ya estoy listo, ésta es la buena, déme el libro.

Firmo, lo mira, ladea la cabeza, resopla un poco pero por fiiiiiiin 25 minutos después fui capaz de hacer una firma medio decente, que le convenció y pude largarme de la dichosa notaría no sin antes preguntarle para cuándo estarían listos los documentos que necesitaba...

Empleada: A partir de las 15:30 estarán.

Vuelvo a las 15:45: "Buenas tardes, vengo a buscar los documentos que pedí esta mañana".
Empleada: Señor, sus documentos no están.
Yo: Pero si esta mañana me dijo que a partir de las 15:30...
Empleada: Ya, pero ¿sabe qué pasa señor?, que no están, se han demorado.
Yo: Y entonces ¿por qué me dijo que estarían?.
Empleada: Ya señor, pero lo que pasa es que sus documentos no están.
Yo: Bueno y ¿cuándo estarán?.
Empleada: Tal vez  a las 16:30.
Yo: ¿Sabe qué?, mejor vengo mañana...

Ésta fue bastante buena, en una cafetería con una compañera de trabajo:

Camarero: ¿Señores, que van a tomar?.
Compañera: Un zumo y, ¿esas magdalenas de qué son?.
Camarero: Plum cake de zanahoria señorita.
Compañera: Ah, entonces no, mejor póngame un brownie pequeño de éstos.

Al poco tiempo, llega el camarero a la mesa, con el zumo y la magdalena de zanahoria...

Compañera: No hombre, te he preguntado por la magdalena pero he pedido un brownie, bueno, mejor tráeme dos.
Sale un momento y en esto vuelve el camarero con un brownie y lo deja en la mesa.

A: Oye, perdona pero creo que la señorita te ha pedido 2 brownies.
Camarero: No señor, ha pedido uno.
A: ¿Estás seguro?.
Camarero: Sí, sí.
A: Vale, vale, si tú lo dices...

Vuelve mi compañera, ve el brownie y le digo: "No preguntes, ya lo he intentado".
Se acerca al camarero y le comenta: "Perdona pero es que había pedido dos".
Camarero: Vale señorita, ahora mismo.
Me dice mi compañera "a que es capaz de traer otros dos...". Yo le contesto: "Venga ya, no creo...".
Dicho y hecho, vuelve el camarero con otros dos brownies...
Compañera: No hombre, que quería dos y como ya tenía uno, sólo me falta uno más...
Camarero: Ahh, vale, está bien señorita.

Vamos a pagar, nos dice el importe y le preguntamos: "¿Qué nos estás cobrando?" y el camarero responde:
"Pues señorita lo que han tomado, un zumo, un brownie y una magdalena....".

Sin comentarios.

Ocurrido en Telefónica:

Bueno, para entender un poco esta situación es necesario haber gastado unas cuantas horas de tu vida en la central de Telefónica en Juan de Arona. Para los que no  han experimentado esa maravillosa y frustrante sensación , cualquier trámite ahí es una aventura, vamos que es más fácil ir a abrir una cuenta al Banco Santander y pretender que te atienda el mismisimo Botín.
Normalmente, si pierdes el móvil o te lo roban, al menos la mitad de lo que te jode es por tener que volver a Telefónica a perder una mañana.

A mí personalmente me pasó, así que fuimos, esperamos un rato, hicimos un par de colas y llegamos a un mostrador, en el que pedimos un duplicado de la tarjeta.

Nosotros: Señorita. necesitamos un duplicado de tarjeta de esta línea.
Empleada: Muy bien, dénme los datos.
Nosotros: Aquí tiene.

La señorita se lía a escribir en el ordenador...saca un buen montón de papeles (existe en el país una insana costumbre de intentar hacer desaparecer la parte correspondiente del Amazonas a base de utilizar mil millones de papeles para cualquier cosa), copiativos, uno blanco, otro azul, otro amarillo y nos dice:

Empleada: Con todo esto, pasen por caja.

Vamos hacia la caja, hacemos la cola, leemos los papeles, que si costo promocional, que si descuento, que si oferta, total que en la última línea dice: "Total a cancelar 0 soles".
Y pensamos "mira qué graciosa la colega, no hay que pagar nada y nos manda a la caja".

Como ya va uno sabiendo cómo funciona esto, preferimos evitar la tentación de ahorrarnos la cola y recoger directamente la tarjeta (en otra zona de las oficinas claro, paseos que no falten) y pacientemente esperamos nuestro turno para que, efectivamente, al llegar a la ventanilla nos pusieran media docena de sellos en los papeles y sin pagar nada pudiéramos seguir perdiendo el tiempo honradamente en otra esquina del local donde casi seguro (aunque ahora no lo recuerdo) nos pasó alguna otra batalla como que la persona que estuviera en ese mostrador se hubiera ido a comer y no atendiera nadie durante media hora o algo parecido.

En fin, cosas que suceden en el Perú...







domingo, 18 de mayo de 2014

La teoria del Euro

Para aquellos que no estéis habituados a manejar el sol (sol, solcito, solsito, nuevo sol o lucas que vienen a ser 1000 soles) os cuento como curiosidad que el Nuevo Sol Peruano es la moneda oficial en Perú desde 1991. Antes del Nuevo Sol o Sol, desde 1985 la moneda oficial era el Inti (que además es la palabra en quechua para el dios Sol) y antes de 1985 la moneda era el Sol de Oro.

Se me ocurre pensar que si primero era el Sol de Oro tal vez lo siguiente debió haber sido el Nuevo Sol en lugar del Inti, ¿por qué Inti en lugar de Nuevo Sol?. Claro que el Sol de Oro ya era difícil de superar porque más que el oro...tal vez Sol de Diamante como las Bodas o Sol de Platino, que vale más que el oro, ¿no?.

Además en el último año el cambio Sol-Euro ha variado entre 3 y pico y casi 4 soles por Euro que está ahora.
Esto que parece una tontería en realidad tiene su importancia porque la relación de 3 y pico a 1 está presente en el día a día de este país. Es lo que puede llamarse "La Teoría del Euro" que básicamente consiste en que en Perú casi todo te costará 4 veces más que en España (y no hablo de coste económico precisamente..).

Veamos algunos ejemplos:

Vas a comprar a una farmacia o cafetería-restaurante y normalmente le pides lo que quieres a un dependiente. Si tienes suerte ese mismo dependiente te atiende y no le pasa el recado a otro.
El siguiente paso suele ser que te da un ticket, recibo o similar para que vayas a la otra punta del establecimiento a cancelar, es decir, a pagar el pedido.
Después de pagar lo normal es que te manden a un tercer lugar donde es probable que ya te entreguen lo que has pedido. ¿Cuántos pasos son necesarios? Entre 3 y 4. ¿Cuántos soles te dan por un euro?. Entre 3 y 4...

Algo parecido te puede ocurrir en un banco. Si vas por ejemplo a abrir una cuenta te pueden ocurrir los siguientes contratiempos:

  • La primera vez que vas al banco seguro que te falta algo, o te piden el pasaporte original o necesitas el sello para firmar contratos o algo parecido (existe también la variante de que llamaste para preguntar o preguntaste en persona y la persona que te dijo lo que hacía falta ese día no está y la que te atiende te pide documentos distintos...).
  • En el segundo intento es probable que te ocurra que la persona con la que quedaste y a la que ya habías convencido de que abrirte una cuenta no supone riesgo alguno para el país y que si alguna vez se te queda en números rojos eso no va a llevar a la quiebra al banco en cuestión, resulta que no está porque "salió un momento" o "regresa ahorita" y tu ahorita se convierte en una hora o más y entonces te hartas y te largas. Es como cuando preguntas por alguien o vas a ver a alguien y te dicen: "disculpe, no puede atenderle", preguntas: "¿por qué?" y te contestan un cabreante "porque no se encuentra"...
  • A la tercera (o en algún otro intento) seguro, segurísimo que alguien que tenía que atenderte está de refrigerio (descanso para comer) porque probablemente no hace mucho que has llegado de España y no se te ocurrió pensar que a las 12:15 de la mañana estarían comiendo...total que te atiende otra persona que no sabe de qué le estás hablando y al final, te vas sin abrir tu cuenta.
  • Finalmente, si superáis todos los obstáculos anteriores es factible que en 4 visitas hayáis sido capaces de iros a casa con una flamante cuenta abierta en un banco peruano.
Nuevamente, 4 operaciones cuando lo normal es 1, se vuelve a cumplir la norma. Eso sí, si tenéis la osadía de pretender que una vez abierta la cuenta enseguida podéis conseguir por ejemplo hacer pagos por Internet...¡gran error!, para eso os garantizo otras 3 o 4 visitas mínimo, a menos que el sol se devalúe más todavía.

En las obras lo mismo, para una cosa que en España harían un par de obreros, en Perú de 6 o 7 no baja. O un bar que atendería una persona en España, al menos 4 camareros para la misma atención en Perú, lo cual podría pensarse que es maravilloso porque brindan una atención muy correcta cuando hay cierta cantidad de clientes pero...¿y cuando no es hora punta y hay más camareros que clientes?. Y con esto me refiero a que puede haber 2 clientes y 10 o 12 camareros...

En definitiva, por mano de obra que no sea, si tienen que estar sin hacer nada, que estén pero ante todo que haya abundancia.


Os dejo alguna imagen en la que podéis apreciar todo esto en situaciones cotidianas como el supermercado o una obra de un bloque de pisos....

A mí me recuerdan a lo de ¿Dónde está Wally?, así que va un pequeño desafío: ¿cuántos hay en cada foto?. Espero comentarios y/o correos.


Los de rojo son los empleados (gorrito para los mozos y coletero para las cajeras), el resto clientes, franca minoría.

¡Esto sí que es una sobrecarga de uso en condiciones!.

Ánimo que son fáciles de contar, por el casco se distinguen...